Tardé una hora en conocerte y solo un día en enamorarme. Pero me llevará toda una vida lograr olvidarte
Uno aprende a amar, no cuando encuentre a la persona perfecta, sino cuando aprenda a creer en la perfección de una persona imperfecta
Dices que tienes corazón, y sólo lo dices porque sientes sus latidos; eso no es corazón... Es una máquina que al compás que se mueve hace ruido.
 
 
Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan. Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican. Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón. Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro.
Odiar es un despilfarro de corazón, y el corazón es nuestro mayor tesoro.